Las transmisiones sacan el máximo rendimiento a un coche.

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Dependiendo de la programación del software de control y del diseño de un sistema de transmisión, la transmisión puede influir significativamente en la maniobrabilidad, la eficiencia del combustible y el rendimiento medioambiental de un automóvil.

Los sistemas de transmisión han seguido evolucionando a la par que los automóviles. Entre los distintos tipos de TA, la CVT, que cambia de marcha sin escalones mediante un sistema de correas y poleas, es actualmente el centro de atracción.

Dado que el par (la potencia) y la velocidad del motor son limitados, la transmisión se encarga de conseguir el par y el número de revoluciones necesarios para que el coche viaje con comodidad. Ayuda al vehículo a desplazarse con fuerza durante el arranque, al subir una cuesta, al acelerar rápidamente en las autopistas y al viajar a velocidades de crucero. También es eficaz para ayudar al vehículo a dar marcha atrás y para frenar el motor cuando el vehículo va cuesta abajo.